El
movimiento es cualquier acción de mover o moverse y gracias al movimiento
podemos realizar la práctica deportiva pero; ¿alguna vez nos hemos preguntado
si el deporte es bueno o malo? Por regla general sabemos que el deporte o mejor
dicho la actividad física es esencial para el mantenimiento y mejora de la
salud y la prevención de las enfermedades, para todas las personas y a
cualquier edad. La actividad física contribuye a la prolongación de la vida y a
mejorar su calidad, a través de beneficios fisiológicos, psicológicos y sociales,
que han sido avalados por investigaciones científicas. Digo esto de actividad
física porque no creo que un deportista de élite este más sano que una persona
que realiza de 30 a 45 minutos diarios de ejercicio físico. Hay individuos que
abusan de su cuerpo por el simple motivo que tienen que vivir de él y desde mi
punto de vista prefiero ser un deportista de élite que no hacer deporte pero
también hay que saber que esto puede traer unas consecuencias.
Voy
analizar el deporte rey, el fútbol. El fútbol es un deporte de contacto y de
alto impacto. Con el juego globalizado y con un gran mercado, los futbolistas
son los gladiadores modernos sometidos a exigencias en las que en algunos casos
el deporte no es salud.
Las
lesiones de abuso en la práctica continua de esta popular disciplina determinan
cuadros patológicos. Más allá de las contusiones, esguinces, rupturas de
ligamentos y desgarros musculares, mencionaremos una que sirve de modelo para
cualquier lesión de abuso: la famosa pubalgia o enfermedad de los aductores,
conocida como “Perisinfisitis pubiana de Andrivet” o “Enfermedad de los
futbolistas”, sin perjuicio de que no sea exclusiva de ellos.
En suma, es efecto más de la sobreactividad o sobreesfuerzo
que del entrenamiento en sí. La lesión que en un comienzo era reversible es
arrastrada a la cronicidad.
Me ha
llamado mucho la atención en la última práctica de la asignatura no solo hacer esta reflexión sobre el deporte sino también, una cita que
he leído cuyo autor es desconocido que dice, “Si con el deporte perdemos la
cabeza, no me quiero imaginar sin él”.
Se
puede pensar que el fenómeno deportivo puede llevar a la locura colectiva, pues
no son pocos los casos que vemos donde desgraciadamente unos individuos la
toman con un árbitro, el rival, la grada, instalaciones…pudiendo llegar a pensar
que el deporte ha hecho que perdamos la cabeza.
El
deporte en ocasiones conlleva situaciones de violencia física verbal y actos de
vandalismo por parte de individuos que no entienden el deporte como otra cosa
que no sea fanatismo y llevar la pasión de su equipo hasta el límite de lo
permitido.
Ahora cada uno que valore hasta que punto el deporte o desde mi punto de vista mejor dicho actividad física es bueno, malo o educativo o no educativo.